Cocina para emancipados: Revuelto de gulas y gambas

A mí siempre me ha gustado la cocina, pero nadie me ha enseñado. Como todas las cosas que nos gustan aprendes porque tienes un interés. Ahora bien, como a ti te gusta piensas que a los demás también. Craso error, no a todo el mundo le gusta cocinar y a los que les gusta, no tienen tiempo y luego están aquellos que nunca han tenido la necesidad de cocinar. Este último grupo se integran unas que yo sé, que dentro de poco dejaran las casas de sus padres por su trabajo y, ¡no saben ni freír un huevo! Por lo que, he pensado que todo blog tiene que tener una sección de recetas que se caractericen por ser rápidas y sencillas, trataré en la medida que sea posible no utilizar la Thermomix, pero tenéis que comprender lo difícil que resulta no usarla. Es el típico cacharro que cuando lo tienes piensas, ¡como he estado tanto tiempo sin ella! Y la respuesta es fácil es muy cara, tienes que ser consciente de que no es para adornar la cocina sino para usarla.

INGREDIENTES

-200 gramos de gulas

-150 gramos de gambas peladas

-6 huevos

-Un diente de ajo

-Una pizca de sal

-Aceite de oliva

PREPARACIÓN

1.- Echamos aceite en la sartén, solo la que necesitemos para que cubra la superficie de la misma. Si echamos más de la cuenta quedara luego muy graso el revuelto.

2.- Cuando esté caliente el aceite, echamos el diente de ajo que previamente habremos pelado y troceado en trozos pequeños. Una vez que estén ligeramente fritos, echamos las gambas peladas. Un error frecuente es esperar a que el ajo este dorado, esto es un problema porque al echar las gambas el ajo pasara de ser marrón a negro carbón.

3.- Cuando veamos que las gambas están hechas, es el momento de echar las gulas. Las tenéis unos minutos al fuego, al mismo tiempo que vais dando vuelta a la mezcla.

4.-Echamos los huevos batidos a la sartén con las gulas y las gambas, echando una pizca de sal al conjunto, yo las suelo tener un minuto a fuego máximo dando continuamente vueltas y apago la vitroceramica. Y dejo que se vaya haciendo con el calor residual, al mismo tiempo que le doy dando vueltas hasta que considero que esta como yo quiero. A mí me gusta que no esté cuajada del todo, pero sin que este flotando en huevo batido.